Tráfico no consigue nuevos agentes
El último concurso de traslados ha dejado treinta vacantes en la Comunitat Valenciana
Curiosa noticia, veamos haber.
El último concurso de destinos realizado en la Guardia Civil de Tráfico ha terminado con 30 plazas vacantes en la Comunitat Valenciana. Es una prueba de las dificultades que tiene el Gobierno para mantener la plantilla o para ampliarla. La DGT ha encargado un informe a una consultora privada en el que los agentes dan cuenta de sus malas condiciones laborales y la elevada siniestralidad.
La Dirección General de Tráfico (DGT) ha encargado a una consultora privada un informe sobre los problemas laborales de los guardias civiles de tráfico. No entiende el motivo por el que esta unidad es tan poco requerida por los agentes del cuerpo y tiene tantos problemas para ampliar su plantilla, uno de los pilares básicos de la política del Gobierno en general y del carné por puntos en particular. En el último concurso de destinos, en la provincia de Valencia han quedado 30 vacantes sin adjudicar, unos malos resultados
sólo superados por Castilla y León, donde las plazas desiertas han sido 33.
Huy huy, a que vamos que tener que ir al Inem a buscar gente.
Según ha informado la Asociación Independiente de la Guardia Civil (Asigc), la consultora contratada por la DGT ha seleccionado a una treintena de agentes cuyas respuestas dejan muy a las claras los problemas de la Agrupación de Tráfico. Entre otras cosas denuncian el «
engaño» del Gobierno en cuanto a subidas salariales -sus promesas no se cumplieron hasta la primavera pasada-, la falta de personal administrativo y la consiguiente merma en las patrullas; la cancelación de días libres durante las campañas especiales; la elevada accidentalidad en la unidad - 1.135 heridos en lo que va de año de una plantilla de 8.500 personas-; la desconsideración de los mandos sobre sus indicaciones de puntos negros o la mala delimitación de las demarcaciones de la Guardia Civil y la Policía Local.
¿Que el gobierno nos engaña?, pero esto que es ¿expediente X?, y digo yo ingenuamente ¿no debería dimitir alguien?.
Como consecuencia de esto se han hecho varias protestas, entre ellas las famosas «huelgas de bolis caídos», que en los primeros siete meses del año han reducido el número de denuncias un 21% y el número de permisos retirados un 49%, un dato especialmente negativo estando en vigor el carné por puntos.
Pero esto no es lo que dice ni Pere ni Burra.
Pero lo más preocupante de todo, a juicio de la DGT, es que esta unidad ha perdido todo su atractivo. En estas condiciones y por un sueldo que apenas supera en 100 euros al de la plantilla de seguridad ciudadana, es muy difícil cumplir su objetivo de ampliar la plantilla. Un dato significativo es que en el último concurso de destinos, en la Comunitat Valenciana quedaron sin cubrir 30 plazas, lo que supone una reducción del número real de agentes, según Asigc.
Pese a esta situación, desde el Gobierno se mantiene el optimismo. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, manifestó recientemente que «hay más guardias civiles en carretera que los que ha habido nunca» y prometió que el Ejecutivo aumentará la plantilla de la Guardia Civil en carretera a un «ritmo de 500 agentes cada seis meses». «No sé las cifras exactas, pero desde que llegamos al Gobierno hay mil más de los que nos encontramos», añadió.
Rubalcaba señaló que, junto con esta ampliación de plantilla, el Ejecutivo está mejorando salarios de quien está en la Agrupación de Tráfico, de tal manera que se haga más «atractivo» el puesto para los agentes, ya que hasta ahora costaba llenar las plazas. «Confío en que las medidas de que sean más plazas y que estén mejor pagadas permita llenar las plantillas de la Guardia Civil, que vamos a aumentar a 500 cada seis meses», agregó.
Desconfianza
Para la Asociación Independiente de la Guardia Civil, el hecho de que se «haya encargado a un a consultora privada un informe de la Guardia Civil de Tráfico al margen de los jefes militares del Ejército de Tierra que mandan en este cuerpo policial es prueba de la falta de confianza de la Administración en sus propios funcionarios y cuadros directivos. Demuestra, además, la preocupación grave por el peligro de desintegración de la Guardia Civil de Tráfico y de su transferencia a las comunidades autónomas, ya que el Estado español es incapaz de dar una solución a los problemas de su propia Administración, que es la peor pagada con respecto a los ayuntamientos y las autonomías», añade Asigc.
Veo al director de trafico mandando guardias ficticios al igual que Hitler sus últimos días.
http://www.levante-emv.com/secciones/no ... os-agentes