Se trata de un macroagregado molecular que, en las condiciones adecuadas, se puede inducir a un estado cuántico de baja energía.

En este estado cuántico, y según el principio de Schrödinger, el objeto se comporta como estático y dinámico a la vez. En cinemática clásica suena paradójico, pero en mecánica cuántica es day-to-day.

Llevo un tiempo estudiando el tema y creo que es factible implementar un camuflaje antiradar basado en este principio. La idea es aprovechar este estado cuántico para que el radar detecte la naturaleza corpuscular estática del coche, mientras a otro nivel cuántico el coche se desplaza con cierta velocidad. ¿No es genial?

A falta de los primeros ensayos de campo, la reducida superficie frontal de un Calibra inferior a 2 m^2 podría proporcionar el sustrato adecuado para desplegar una pantalla cuántica ante la radiación enemiga mientras nosotros de tapadillo nos deslizamos supersónicos.

Como la ciencia tiene su precio, es necesario sacrificar el aire acondicionado para obtener el efecto de superconducción necesario para la superposición cuántica, para lo cuál hay que enfriar el capó hasta 0.5 K. También es necesaria una segunda bateria dedicada, o una batería principal más tocha que aguante el zarpazo voltaico.
Tengo todo lo necesario para empezar, así como una relación de los radares en uso en mi área local. Pero necesito un compinche (a poder ser con un Calibra, mi Astra tiene demasiada superficie frontal expuesta) para hacer las pruebas.
Una curiosidad:Habrá ocasiones en las que salga la foto, pero no el Calibra, ya que uno de los fenómenos cuánticos que ya adelantó Heisenberg es que no es posible conocer simultáneamente la posición y la velocidad de una partícula. Como las fotos que nos hace el radar necesitan de todas estas premisas (instante, posición y velocidad), el spoofing cuántico es perfecto para dárselas con queso a los de verde, al Pera Navarro, y a su puta madre. ¿Quén se anima?
